Amor sin fronteras
Ella bilbaína, el veronés, se conocieron en la antigua zona industrial de Bilbao. Los dos amantes de la cultura, del cine clásico, de un paseo por la orilla de la ría del Nervión o del rio Adigio.
Su boda reflejó a la perfección toda su historia en un escenario único, un antiguo silo de café convertido en el escenario idóneo para una boda cóctel de tarde con un atardecer maravilloso que parecía haber sido contratado para su gran día.
Lunga vita alle coppie!